

En este primer día, iniciamos nuestra oración por nosotras mismas. Oramos para ser las esposas que Dios desea que seamos. Esposas sabias, comprensivas, bondadosas, gentiles. Un instrumento de reconciliación paz y amor. Pedimos a Dios que nos ayude a cumplir el propósito que como esposas nos ha dado y es el de ser Ayuda Idónea. Muchos esposos no conocen de Dios pero por medio de nuestro testimonio como mujeres podemos hacer que ellos lleguen a los pies de Cristo (1 Pedro 3:1-2). Por tal motivo, y como dice Gálatas 5:22-23 podamos ser mujeres que se identifique por estar llenas de los frutos del Espíritu Santo porque dice en su palabra que por sus frutos nos conocerán (Mateo 7:15-20).
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